Catamarán

En los primeros tiempos, Lúpin publicaba un "Gran Álbum de Vacaciones", que, años más tarde, se convertiría en el famoso Suple anual lleno de planitos.
Pero al principio, o bien no publicaba ninguna construcción o publicaba una sola cosita (los dibujos animados del ´67), o nada en el ´68 y, por fin, planitos en serio a partir del ´69.
Es el caso del proyecto de hoy, precisamente el único plano del Suple de 1969: un velero de doble casco (catamarán) hecho de cañas, que, según su autor, entrega un excelente rendimiento hasta con brisas débiles, debido a su velamen de gran superficie, a su poco calado y a la escasa superficie de contacto con el agua, todas ellas características comunes en los catamaranes.
El lector de 2018 se preguntará de dónde se sacan las cañas, y la respuesta es muy simple: se trata de tacuaras, colihue o bambú de las que se usan para cercos o para cubrir alambrados, aunque yo recomiendo la solución más sencilla. Ella consiste en comprar "cañas de jardinería" en la semillería o vivero del barrio y punto.
Respecto a la cuestión dialéctica (siempre hay algo cuando leemos un texto de hace 50 años, para los que dicen que las lenguas son lentas en evolucionar): cuando Sídoli dice "pintura duco" se está refiriendo a una marca comercial que seguramente era común en esa época y se debía pedir así. Hoy se la conoce como "laca o pintura a la piroxilina" o "pintura nitrocelulósica". Traten de conseguir una lata o frasco chico, porque lo que yo he visto en el mercado viene todo en grande (de 1 litro para arriba).
Como curiosidad, observen el error en el nombre de la embarcación: tanto en el subtítulo como en el texto, las dos veces don Héctor escribe "catarmarán" por "catamarán".
En suma: una construcción muy sencilla pero bien diseñada y sorprendentemente eficiente. A hacerla. La unión del timón a la botavara lo hace reaccionar adecuadamente a la dirección del viento, pero si este es muy fuerte, no olvidarse de, fijar el timón ligeramente al costado, para que la nave describa un amplio círculo y no se aleje demasiado.
Buen fin de semana y esperen con ansiedad al lunes: vendrá el Girolete, un fabuloso barrilete-autogiro con rotor de helicóptero.
Diseñador: Héctor Mario Sídoli. Publicado en Gran Álbum de Vacaciones Lúpin 1969, enero de 1969, páginas 30 y 31.



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