Hectógrafo

Una vez más, puede que este proyecto esté démodé, en estos tiempos de impresoras láser y de inyección de 16 páginas por minuto.
Pero yo recuerdo a mi vieja haciendo copias con el hectógrafo de gelatina. Y —¿Por qué no?—, tal vez podríamos probarlo y repartir volantes o pegar afiches impresos con una tecnología de hace un siglo, incluso en varios colores, utilizando este planito de una publicación que salió a la venta el día en que yo cumplí 10 años.
Me gustaría intentarlo. ¿Y a usted?




Diseño: Tito Sol. Publicado en Revista Lúpin número 66, páginas 34 a 36, marzo de 1971.

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