Estufita a alcohol de quemar

Muchas, pero muchas veces, cuando yo era chico, mi viejo me ponía en el baño un tachito con alcohol para que no pasara tanto frío. La idea de dejar a solas en una habitación cerrada a un chico de 4 o 5 años y a un tacho con alcohol encendido pondría los pelos de punta a los gurúes posmodernos de la seguridad. Pero ya ven, mi generación entera sobrevivió.
Claro, es obvio que hay que tomar precauciones. El chico que use esto no debe ser muy pequeño, no se le tiene que ocurrir agregar combustible mientras está encendido y no debe dejárselo al alcance de un perro o de una puerta que lo pueda volcar.
Dicho esto, es una idea simple, elegante, eficiente y baratísima para calefaccionar en segundos un ambiente chico.
Diseño: Dol (tomando prestada una idea de la prehistoria). Publicado en Revista Lúpin número 70, página 65, julio 1971.



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