¡Otra vez, de regreso!

Sí, sí, ya lo sé: irse de vacaciones tres meses de cinco parece un poco excesivo. Diré en mi descargo que las enfermedades que me tuvieron postrado en una cama de hospital hicieron que no consumiera días de vacaciones en absoluto, así que tuve que tomármelas por la fuerza y el imperio de la ley.
Pero ya estoy de vuelta con Dol y con Guerrero.
De esta manera, retomamos el ritmo normal de publicación: un planito por día hábil (según las leyes argentinas) con una lección del curso de vuelo de Lúpin los días jueves.
Que disfruten.


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