Antena rombo

Hoy lo llamaríamos una comunidad. Un colectivo. Provista de internet, sin duda que constituiría una "red social". Eso es lo que era Lúpin, lo que fue en los años 60 y 70, lo que siguió siendo hasta el siglo XXI que la hizo desaparecer.
Y, como buena comunidad, era inapreciable el aporte de sus miembros, que, en el caso de nuestra revista, se daba exclusivamente a través del correo de lectores que Dol manejaba bajo su carnadura de "El Gordi".
Y acá tenemos un ejemplo de oro: estoy pensando en armar el receptor para principiantes (porque no sé soldar), pero lo que me detenía era que, entre las dos ventanas de mi departamento, no alcanzaba la distancia para la larga antena de OM que hubiese necesitado. Un tal Marcelo Poo corre en mi ayuda desde las nieblas del pasado: una antena rombo de alta ganancia (del orden de los 20 dB) que no ocupa espacio, no necesita distancia (aunque sería mejor que sí estuviera en altura) y que, aparte de servir también para VHF y UHF, es ideal para televisión en lugares de recepción difícil. ¿Qué tal para el correíto de lectores de una revista infantil?
Diseño: Marcelo Poo.  Publicado en Revista Lúpin número 99, pág.  65 (El rincón de los lectores), diciembre 1973.

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