Anteriormente, Dol había publicado un sencillo cohete lanzado a elástico destinado al hermanito pequeño; extrañamente, en la siguiente publicación acerca del tema —la cohetería—, en vez de dedicarse a una nave completa con su motor de combustible sólido, comienza por la parte menos probable: el paracaídas.
Si bien el mismo sirve para un cohete de porte estándar, también puede usarse, si no se dispone de un kit y su disparador, para ser lanzado por una honda catapulta de madera y goma.
La experiencia que adquiramos con este tipo de juguetes nos resultará muy útil para cuando pongamos una nave verdadera en las estrellas.
Diseño: Dol. Publicado en Revista Lúpin número 77, págs. 34 y 35, febrero 1972.
Si bien el mismo sirve para un cohete de porte estándar, también puede usarse, si no se dispone de un kit y su disparador, para ser lanzado por una honda catapulta de madera y goma.
La experiencia que adquiramos con este tipo de juguetes nos resultará muy útil para cuando pongamos una nave verdadera en las estrellas.
Diseño: Dol. Publicado en Revista Lúpin número 77, págs. 34 y 35, febrero 1972.
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